Este 8 de marzo concluyó la primera preaudiencia de feminicidios
y violencia de género del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), Alda Facio, Edda Gaviola, Pilar Noriega,
Jules Falquet, Mariana Mora, Teresa Pérez, Sylvia Marcos y Sara Mux Mux coincidieron
en señalar que en México existe una simulación en el respeto a los derechos
humanos de las mujeres.
El
Tribunal inició este martes, con una presentación de la Fiscal Mercedes Osuna
sobre el contexto de contrainsurgencia y feminicidio en Chiapas, sostuvo que la
contrainsurgencia ha sido una herramienta del Estado Mexicano dirigida en
contra de los grupos y movilizaciones sociales como el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional y sus bases de apoyo, así como de aquellos que son
considerados sus aliados.
“A partir de
1994, Chiapas se ha encontrado viviendo una Guerra de Baja Intensidad, de la cual
identificamos 3 claros ejes de ataque: La represión directa (militar,
paramilitar y de grupos de choque), la guerra económica (a través de diversas
formas de explotación y con programas desarrollistas que convierten a la
población en dependientes económicos y ponen en peligro la soberanía
alimentaria) y el terror psicológico, que implica también una intensa labor de
desinformación y desacreditación de los rebeldes” señaló Osuna.
La Fiscal señaló
que en una ambiente de guerra las mujeres somos objeto y objetivo de ella,
“nuestros cuerpos son parte del campo de batalla y como parte de los
movimientos organizados, somos y presas a cazar, y por la objetivación de
nuestros cuerpos femeninos somos el botín para las fuerzas represoras. Los
mecanismos de tortura psicológica, física y sexual son diferenciados por sexo”.
En este sentido,
mencionó que Acteal es un caso paradigmático al mostrarse la intencionalidad
específica de dar muerte a las mujeres, la saña con la que se asesina a las
embarazadas, ya que era del conocimiento de los paramilitares que la mayoría de
los hombres de la comunidad se encontraban fuera, de ahí que 34 de las 45
personas asesinadas fueras mujeres.
Por su parte, la
abogada Martha Figueroa al participar en esta preaudiencia, realizada en el
teatro de la ciudad, manifestó que el acceso a la justicia para las mujeres, es
uno de los muchos pendientes históricos del sistema patriarcal.
“El marco legal,
las instituciones y sus procedimientos, se diseñan y aplican de modo tal que
crean un estado de inaccesibilidad a la justicia. Esta situación se agrava
cuando quien trata de acceder a ella es una mujer, y se convierte en una suerte
de inquisición cuando se trata de buscar justicia a través de un juicio”
explicó.
Como experta en
la materia, la abogada feminista indicó que aunque la legislación nacional
establece la igualdad entre hombres y mujeres, en la cotidianidad imperan las
relaciones de dominación-subordinación. El contenido de las leyes civiles y
penales es discriminatorio y excluyente hacia las mujeres (aún con la lucha por
armonizar dichos instrumentos con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia y los instrumentos internacionales en la materia), su
aplicación no está exenta de la carga subjetiva patriarcal de quienes se
ostentan como perseguidores del delito y aplicadores de la ley.
Los casos
presentados en el primer día de la preaudiencia fueron Contexto de
contrainsurgencia en Acteal; Feminicidio en Palenque, Violación de militares en
Altamirano; Incumpliminto de sentencia en Comalapa; Rosa injustamente presa;
violencia doméstica e intrafamiliar presentado por Kathya y el caso de
Margarita López, la indígena tsotsil encarcelada injustamente acusada de
matar a su marido.
Los casos que se
presentaron este 8 de marzo fueron Pobreza y agotamiento de recursos
alimentarios, y despojo de tierra en Chimalapas.
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